ABC del diagnóstico para hepatitis C
¿Qué es la hepatitis C?
Es una inflamación del hígado causada por el virus del mismo nombre. La infección que desarrolla el virus varía entre aguda y crónica, y su gravedad puede ser una leve dolencia por algunas semanas o una enfermedad grave para toda la vida. Un número considerable de las personas con infección crónica desarrolla cirrosis o cáncer de hígado.
El periodo de incubación va de 4 a 12 semanas.
La principal vía de transmisión del virus de la Hepatitis C es el contacto con sangre contaminada.
Todas las personas pueden ser afectadas
por la hepatitis C
La infección se presenta con mayor frecuencia en:
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Personas que utilizan drogas inyectables (PDI)
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Personas que recibieron transfusiones y/o trasplantes, antes de 1996.
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Hijos nacidos de madres con hepatitis C
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Personas privadas de la libertad
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Personas que viven con VIH
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Habitantes de calle
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Trabajadoras (es) sexuales
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Víctimas del conflicto armado
¿Quiénes deben solicitar la prueba diagnóstica?
Si te encuentras en alguna de las siguientes situaciones, solicita la prueba diagnóstica en tu servicio de salud.
¿En qué consiste la prueba diagnóstica?
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Es un análisis de sangre que busca anticuerpos del virus de la hepatitis C.
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La prueba positiva o reactiva significa que, en algún momento, la persona ha estado infectada.
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Para confirmar el diagnóstico se requiere una prueba de carga viral.
¿Dónde solicitar la prueba diagnóstica?
Las dos pruebas están incluidas en el plan de beneficios de salud en los regímenes subsidiado y contributivo
Puedes solicitarlas al médico general o médico familiar asignado por tu EPS.